Soy Alin, nombre completo Marian Alin Enache. Originario de Rumania, proveniente de una familia emigrante que llegó a España en 2004 con una mochila llena de ilusiones y deseos por cumplir. En esos años, no teníamos claro el camino que íbamos a seguir.
En 2008 intenté unirme al negocio familiar, así que volví a Rumania y trabajé en la marroquinería. Tuve dos tiendas hasta finales del 2010, pero fracasé, y ese fracaso me enseñó el valor de empezar de cero. A principios de 2011, aconsejado por mi madre y mi inspiración en la vida, mi abuela, realicé un curso de Operaciones Básicas de Cocina impartido por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
Allí conocí a mi ídolo, Cinta Toscano. ¿Por qué mi ídolo? Porque me inyectó el amor por la gastronomía en las venas. Desde ese momento, tuve claro que algún día daría alegrías a la gente a través del paladar. Con el paso de los años, he trabajado en diversas cocinas, algunas mejores y otras peores, y entendí que eso era lo que realmente quería hacer. Aunque soy una persona que no se calla nada, lo cual a veces me perjudicó, cada experiencia ha dejado una huella en mi carrera.
En 2014/2015, los food trucks comenzaron a hacerse cada vez más populares para conciertos y eventos, captando mi atención. Así que, en 2017, intenté poner en marcha un food truck como un gran paso para impulsar mi carrera, pero el presupuesto no fue suficiente. Continué trabajando hasta que, finalmente, conseguí ahorrar lo suficiente para ser independiente y dedicarme a la cocina, haciendo lo que realmente me apasiona. Bien o mal, el tiempo lo dirá, pero lo que tengo claro es que tanto los éxitos como los fracasos serán 100% responsabilidad de ‘El Nómada’. De ahí surge la frase ‘a lo nómada’.
Durante todos estos años, he viajado por muchos lugares y deseo continuar haciéndolo. Al reflexionar, descubrí de que en cada casa que visitaba siempre buscaba la oportunidad de cocinar para mis seres queridos, amigos y familia. Un día, mientras bromeábamos sobre cómo viajo con una mochila a cuestas y sin un cuaderno para anotar la dirección de mi destino, alguien exclamó: ‘¡ERES UN NÓMADA POR EL MUNDO!’ Y así nació la idea.